domingo, 9 de octubre de 2011

Perfecta y única

Llueve, lentamente, una a una
caén las gotas frías a mi alrededor,
tan trasparentes, tan efímeras.
Tan pronto desaparecen se
convierten en vida, por que
en ellas se alberga la emoción
del nacimiento, la ilusión de
que algo nuevo aparezca, ya
sea en una planta, un arbol,
un animal, un ser humano.
Tan codiciada, tan necesaria,
tan perfecta y única, y al caer 
al suelo desaparece, y nadie 
se ha dado cuenta de su importancia.

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